Y ahí estaban, las mejores amigas del mundo en la Academia Saotome, una academia de donde salen los ídolos famosos y compositores de gran éxito. Ayami, de pelo largo y negro, ojos grises y normalmente seria, compartía habitación con Mayra, de pelo corto y castaño, de ojos rojos y de una alegría e hiperactividad constante. ¿Quién había sido el loco suicida en ponerlas en la misma habitación y en la misma clase? Valla pregunta, el director. Le parecieron muy cómicas las constantes peleas de las chicas y por ello, y por las altas notas en el examen de ingreso, las había metido en la clase S. ¿Por qué el profesor Hyuuga no estaba? Lo habían llamado por megafonía y, segundos después, se le veía abandonar el recinto con un grito feliz y dejando una humareda de polvo detrás de sí. ¿Qué ocurría en clase? Simple; Shou Kurusu, de pelo corto y rubio, de ojos celestes, reía divertido mirando a la castaña mientras que, Ren Jinguji, miraba, en iguales condiciones que su amigo, a la pelinegra. Y un pelinegro, sentado en una mesa al fondo de la clase desierta, salvo por las cinco personas castigadas, leía concentrado en su libro sin hacer caso al ruido que provocaban. ¿Qué hacían las susodichas? Compruébenlo.
-¡Te digo que no!-Dijo ya molesta la castaña
-¡Y yo te digo que sí!
-¡Pero tus ideas son malas!
-¡Dirás las tuyas!
-¿¡Qué dijiste, aliento de dragón!?
-¡Lo que oíste, pija marginada!
-¡Estoy harta de tus estúpidas ideas! ¿Sabes lo que es vivir con alguien que se pasa todo el día ideando frases para ligar con personas del mismo sexo?
-¿Y tú tienes idea de lo que es vivir con alguien que se pasa todo el día auto deprimiéndose con el mismo cuento de que no se le ocurren canciones o llamándose tonta porque ha dicho algo incoherente delante de quién tú sabes!?
-¡Te dije que eso era un secreto!
-¡Y yo también te lo dije!
-¿Recuerdas porqué discutían, Shou?-Preguntó Ren divertido
-En principio peleaban porque un paso quedaba mejor a la izquierda o a la derecha y han acabado así-Dijo divertido
-En principio peleaban porque un paso quedaba mejor a la izquierda o a la derecha y han acabado así-Dijo divertido
-¿¡Así!?-Gritó de pronto- ¿¡A que no te atreves a repetirlo!?-Retó a la castaña la pelinegra.
-Por supuesto-Dijo arrogante, se subió a una mesa y gritó-¡TRAVESTI!
-¡PECHOS OPERADOS!-Se subió a otra mesa
-¡ESTÚPIDA!
-¡TSUNDERE!
-¡MUJERIEGA!
-¡ME ESTOY CANSANDO DE TI, JODIDA NIÑATA!
La pelinegra se bajó de la mesa y se fue a la pizarra, cogió tizas y se escondió detrás del escritorio del profesor para lanzárselas a la castaña. A ésta una tiza le rozó la mejilla y una le pasó por la rodilla, se bajó de un salto, volcó una mesa y se protegió detrás de ella.
-Con que esas tenemos, ¿he? Te vas a enterar
-Con que esas tenemos, ¿he? Te vas a enterar
Fue volcando más mesas hasta llegar a la suya, al lado de Shou, cogió un cuaderno y le arrancó las hojas haciendo una montaña de bolitas de papel. Comenzó a lanzar su arma letal hacia la morena, quien había roto en pedazos las tizas para tener más munición.
Pronto, Shou y Ren se vieron obligados a esconderse detrás de Tokiya, quien seguía ignorándolos, a consecuencia de que las armas letales voladoras se desviaban demasiado. Varias tizas y bolas de papel acabaron en la puerta, gracias a la mala puntería, provocando que su color azul pálido dejara su tono azul para volverse más blanco. La puerta se abrió de golpe dejando ver a Natsuki sonriendo.
-Hey, chicos, ¿tenéis tizas?-Dijo inocente
-Hey, chicos, ¿tenéis tizas?-Dijo inocente
Un trozo de tiza voló hasta su frente, seguido de otros dos trozos más y alguna bola de papel, provocando su caída.
-¡Na-chan!-Se preocupó Mayra
-¿Estás bien?-Le lanzó una tiza sin moverse
El rubio no respondía. Shou se levantó y fue a atenderle.
-Está bien, sólo fue el golpe.
-Está bien, sólo fue el golpe.
-Oye, Shou-kun…-Dijo May-¿Qué son éstos trocitos de cristal del suelo?-Dijo un poco tarde agachándose al ver los trozos brillar y crujir en sus pies.
-¿El qué?-Se giró antes de palidecer-Son las... Las...
-Oye, ¿qué pasa? Na no lleva las gafas-Dijo Ren con normalidad detrás de Aya.
-¿Que qué pasa?-Dijo nervioso- ¡Corred por vuestra vida!-Corrió hasta el fondo de la clase
-¿Qué?-Preguntaron los tres a la vez, mirándolo interrogantes.
-¡Alejaos de él!-Tembló al ver que empezaba a despertar
-Vosotros...-Dijo siniestramente
Las chicas sintieron un escalofrío recorrer sus espaldas y se giraron lentamente, temerosas, mientras que Ren se giró directamente.
-Me habéis dañado...-Se levantó-Sois molestos... Me molesta lo molesto... ¡No os perdono!-Cogió una mesa
-¡Os lo dije!-Dijo Shou al verse rodeado por May, Aya y Ren. El último había sido arrastrado por Aya y estampado contra la pared, casi.
El rubio enfadado lanzó la mesa hasta el final de la clase, rozando el hombro de Tokiya. Éste levantó la vista, furioso, cerró el libro con un sonoro golpe y se levantó molesto.
-¿Qué haces, idiota?-Dijo con molestia.
-Eres molesto...-Lo miró aún más enfadado
-Tú lo eres más
Y así una pelea empezó, luego Tokiya se vio volando hasta donde se encontraban los otros cuatro, quienes se apartaron.
-¡Podríais haberme cogido, idiotas!-Les espetó
-Podríamos, pero no quisimos-Respondió Aya
-Bueno, lo importante ahora es salir de aquí
Y así intentaron salir, cosa difícil ya que la puerta estaba justo detrás de Na-chan y éste no estaba por la labor de dejarlos escapar. Cuando Natsuki se distrajo con alejar a Aya, Mayra aprovechó y, a pocos pasos de la puerta, algo la paró. Un puño pasó delante de sus ojos, estampándose en la pared. Mayra lo miró sorprendida, miró el puño y vio unos pelos caer del puño de Nat al suelo. Los reconocería en cualquier parte.
-¿Qué ocurre?-Preguntó Shou
-Ahora empieza lo bueno-Sonrió Aya divertida
-Tú…-Dijo Mayra envolviéndose en un aura oscura, enfadada- Me has arrancado pelo…
-¿Y qué?
-No sabe lo que ha hecho, acaba de firmar su sentencia de muerte-Comentó Aya mirando divertida la escena
-¿Qué pasa con su pelo?-Preguntó Ren
-Pues… Sabéis que ella es dulce, amable y tímida, ¿no?
-Sí-Contestó Shou
-Pues siempre es así, excepto si rompes la norma
-¿Qué norma?-Dijeron a la vez
-Mirad-Apuntó Tokiya con el dedo a Mayra
-¡NO VUELVAS A TOCARME EL PELO!-Le dio una patada que lo mandó a volar hasta la pizarra, rompiéndola.
-Dios, cuanta fuerza en un cuerpo tan pequeño-Comentó Tokiya
-Mayra…-Fue lo único que dijo Shou, sorprendido
-¡Eso es Mayra! ¡Dale duro!-Animó Aya
-No la animes, que es peor-Dijo Ren
-¡Me has pegado!-Dijo Satsuki, una vez recuperado
-Eres listo, pensé que tardarías en darte cuenta-Ironizó
-¡Ahora te enteras!-Corrió hacia ella con el puño preparado
-¡MAYRA!-Gritaron Shou, Ren y Aya
-Tengo un plan-Dijo Tokiya, serio, con naturalidad
-Dispara-Dijo Aya
-Ren, ve a por unas gafas, corre
-¡Hecho!-Se levantó para salir del escondite, detrás del piano volcado, y tembló al ver que la pata de una mesa le pasaba rozando antes de agacharse-Yo no voy
-¡Ve!-Le cogió de la camisa, cual gato, y lo lanzó fuera del escondite, en medio de la pelea
-¡LARGO, INSECTO!-Gritaron a la vez
-¡Ya me voy!-Corrió a la puerta
-¿Por dónde íbamos?-Dijo Satsuki
-Te ibas a rendir
-Nunca
Y así comenzaron a luchar otra vez. Ante las miradas sorprendidas de los otros tres, sí, Tokiya había mostrado su sorpresa.
-¿Y ahora qué?-Preguntó Shou
-Ahora lo difícil… hay que intentar separarlos. Shou, encárgate de Mayra.
-¿Y porqué él va a lo fácil?-Pensó un poco en que ella no lo había conseguido ni desde el parvulario, sólo con esencia de coco que estaba en la mochila de Mayra cuya mochila había salido volando por la ventana- Shou, buena suerte-Le dio una palmada en el hombro
-Haré lo que pueda-Dijo serio
-Bien, Ayami y yo a por Satsuki.
-Entendido
<Veinte minutos después>
-¡Traigo las gafas!-Abrió la puerta Ren, puerta que casi se desploma al tocarla-Pero, ¿qué?
Sí, el paisaje era de lo más extraño que había visto en su vida. Tokiya agarraba a Satsuki mientras Ayami lo ataba a la pared con las chaquetas que tenían, estos estaban enfrente de la pizarra rota. Al otro lado, Shou agarraba a Mayra de la cintura mientras ésta forcejeaba, o lo intentaba.
-Mayra, cálmate-Pedía el rubio
-¡Que no se calme, quiero guerra!-Gritaba el maniatado, que ahora estaba siendo atado por las piernas.
-¿¡Guerra quieres!? ¡Guerra tendrás!-Dijo otra vez forcejeando
-¡PONLE LAS GAFAS AL OTRO!-Gritaron Tokiya, Aya y Shou
