sábado, 23 de abril de 2011

Cap.3: El comienzo de algo intenso

Habíamos entrado en la mansión, era más grande por dentro que por fuera. Todo era muy lujoso y bonito, creo que hasta había algo de oro por ahí. Los chicos me escoltaron a mi habitación, era enorme. Había un balcón que tenía varios parterres por si quería plantar flores, un escritorio con un portátil encima, un armario gigantesco, mi propio aseo para que no me molesten, y la cama… Se veía tan blandita y suave… Seguro que dormiré bien ahí.
-Si necesitas algo más sólo dínoslo-Me sonrió Souma
-He... Ahora que lo dices... Me falta algo...
-¿El qué?-Me preguntó Senri
-Pues... es que... Me he olvidado en Francia mis cuadernos de dibujo con todos mis bocetos y... 
-Y quieres un cuaderno de dibujo, ¿cierto?
-Pues... Te lo agradecería mucho...
-No te preocupes, yo te lo compro
-Gracias Souma-sama-Le sonreí
-Deja las formalidades, llámame Kukai
-Sí, Kukai-kun-Lo abracé en agradecimiento,de alguna manera le empezaba a coger cariño, casi como un hermano protector
-¡He! Kukai nos toma la delantera-Se quejó Senri

Entonces un ruido enorme se hizo escuchar en el piso de abajo, alguien aporreaba la puerta. Salimos a ver quién era, pero no nos dio tiempo a terminar de bajar las escaleras cuando la puerta se vino abajo, literalmente. Ikuto se puso delante de mí para que los trozos de madera de la gran puerta no me dieran.
-Cof,cof, cof... ¿¡Qué es eso!?-Pregunté
-Cuidado aquí vienen-Dijo Senri
-¡Hemos vuelto!-Se oyó gritar a una chica
-¿¡Dónde está Hinamori Amu!?-Se escuchó otra voz
-Chicas, no podéis entrar así en todas las casas-Dijo Ikuto apartándose dejándome ver quiénes eran.

Pude ver a una chica rubia que tenía el pelo largo cogido en dos colas con ojos violáceos. También había otra chica con el pelo marrón anaranjado, sus ojos eran celestes y vi que en su boca tenía una de esas chocolatillas que vienen en forma de palos.
-¿Tú eres Hinamori Amu?-Me dijo la que tenía el chocolate
-Si.¿Quién quiere saberlo?-Saqué otra vez mi lado cool y sexy, como no sabía qué nombre ponerle a éste lado mío le puse el nombre con el que todas me llamaban.
-Tohya Rima quiere saberlo-Dijo aún con el chocolate en la
boca
-¿Rima-chan?
-She...-Se le escuchó decir a causa del chocolate
-¿Os conocéis?-Preguntó Senri
-¡Amore Mío! ¡Al fin te encuentro!-La abracé
-Eres más guapa en persona que en fotos o por webcam-Correspondió mi abrazo sin cambiar su mirada y aún con el chocolate
-Y tú más fría que en el chat,amore mío-Le dije desatando un poco el abrazo
-¿¡La llamas amor mío!?-Dijeron los tres al mismo tiempo con cara de no entender nada
-Te lo dije, parece que tienes esos gustos.
-Por lo menos y no voy poniéndote los cuernos con otra-Fingí-¿Cómo has podido? Yo que vengo expresamente a verte y te encuentro en brazos de otra
-Es que me ponen las chicas de pelo largo-Dijo simplemente
-¡He!¡A mí no me metas!-Dijo la rubia que aún seguía en la puerta
-Espera, espera... Amu es de...
-¡Claro que no!
-Claro que sí-Dijo Rima
-¡No! Lo que pasa es que le he tomado tanto cariño a Rima-chan que le digo Amore mío, ya está
-Oshe... ¿para ti no shoy nada?-Dijo tomándose otro
chocolate
-¿Qué?
-Muy bonito, muy bonito.Por lo menos Utau-koi me quiere-
Dijo abrazándola a ella
-¡He! ¡Ya te he dicho que no me metas en ésto!

Después de un buen rato en ésta estúpida pelea, Ikuto, Kukai y Shiki nos tuvieron que obligar a parar. Kukai abrazó gentilmente a Utau para que dejara de gritar provocando en ésta un gran sonrojo. Shiki cogió varios chocolates y se llevó a Rima al salón para que estuviera quieta. Y yo… Bueno, yo fui agarrada por la cintura y obligada a mirar los ojos de Ikuto gracias a que sus manos movían mi cara.
-Será mejor que pares unpoco,princesa...-Se acercó a mi oído-Mejor guárdate las energía para ésta noche...

Me sonrojé al máximo, pero los ojos de Ikuto me impedían moverme. Alguien, no diré quién, Utau, tosió para llamar nuestra atención.
-Ikuto, suelta a Amu de una vez si no quieres que Rima se enfade contigo por tocar algo que considera suyo
-¿Que Ikuto hizo qué?-Rima ya estaba ahí con más chocolate en la boca
-No me importa que Rima se enfade conmigo-Dejó de prestarles atención a todos para volver a nuestra postura inicial-Te lo advierto, princesa... Vas a ser mía... Cueste loque cueste...-Susurró en mi oído antes de morderme la oreja.

Tras morderme la oreja me soltó y subió las escaleras para ir a su cuarto. Yo estaba en shock y me quedé ahí unos instantes.
-¿Amu?-Preguntó Kukai
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!-Grité tan fuerte como pude.

(Ikuto P.V.O.)
-"Que bien me sentía con Amu tan cerca de mí. No sé ni porqué lo hice, sólo sé que estuvo genial. Estando a tancorta distacia de ella pude notar una fragancia a cerezos... Y sus labios... Me dieron ganas de probarlos... Pero eso lo resevaré para más tarde... Aunque no creo aguantarme. ¿Y el grito de Amuhace sólounos instantes? Música para mis oídos. Acababa de descubrir que hacer rabiar a esa cría era muy divertido. Bueno, tan cría no era, sólo nos llevamos dos años"-Me relamía los labios.

Al rato bajé a tomar algo. Todos estaban en el salón charlando. Amu estaba pegando a Kukai por algo que abría dicho. Era muy divertido puesto que Kukai estaba tumbado en el sofá y Amu encima dándole con el cojín en la cara. Cuando Amu me vio se quedó quieta y todos se volvieron a verme.
-Yo-Saludé como siempre
-Hei, Ikuto, siéntate. Nos estamos metiendo un poco con Amu.
-Eso parece divertido, pero sólo he venido a tomar algo y luego me echaré la siesta-Seguí mi camino, pero antes de salir de la sala una voz se hizo oír
-¿Una siesta? ¿Qué eres un crío? Sólo los niños y las personas mayores se echan la siesta y a no ser que empieces a tener canas eso te convierte en un crío-Dijo una voz femenina
-Pues, ¿sabes qué?A éste niño le entraron ganas de jugar...-Me di la vuelta y la miré a los ojos-Y ya sé quién será mi juguetito...

Me fui acercando a Amu mientras ella se alejaba. Al final Amu acabó en la pared y yo la acorralé. Puse mi mejor sonrisa, la más pícara que pude.
-¿Qué pasa? ¿Se te han acabado las frases?
-Déjame...-Dijo seria mirándome directamente a los ojos
-¿Y si no lo hago?
Amu me miraba a los ojos como si con ello consiguiera hacerme ver que no me tenía miedo, pero sus ojos, corrijo… sus hermosos ojos me mostraban que por dentro estaba temblando de miedo. Una de mis manos que estaban apoyadas en la pared bajó hasta la mano de Amu, la cogí fuertemente y salí corriendo pasando por la puerta.
-¿¡Qué haces!?-Oí decir a Amu
-¿Tú qué crees? ¡Jugar!
-¿¡Qué clase de juego es éste!?
-¡Te enseño la ciudad!-Reía mientras a Amu le empezaba a faltar el aire.

Corrimos un poco más y llegamos a mi colina favorita. No estaba muy lejos de la mansión, pero sí lo suficientemente alejada como para no escuchar el ruido de la ciudad. En la colina había varias flores y un árbol enorme, un cerezo, bajo el cual Amu se tumbó a descansar.
-¿Ya te cansaste, Amu-hime?
-¿Qué clase de juego es éste?-Se quejó cansada
-Averíguale tú, Amu-hime-Me senté a su lado
-¡Qué manía con llamarme princesa! Es algo molesto, ¿sabes?
-Tengo una duda-Dije con los ojos cerrados-Si yo te llamo Amu-hime... ¿Por qué no empiezas a llamarme Ikuto-koi?
-¡No pienso llamarte así!-Se enfadó

Abrí un poco los ojos y vi que se había girado y que tenía los brazos cruzados. Sonreí divertido, hoy me lo pasaré bien. Me levanté y la abracé por detrás sorprendiéndola y sonrojándola.
-I...Ikuto... Suéltame...-Intentó forcejear
-¿Qué pasa si no lo hago?
-Que gritaré tan fuerte que te dejaré sordo o que alguienvenga a por mí, lo que ocurra primero
-Adelante,no te escucharán y si me dejas sordo tú madre te mandará de vuelta a Francia
-Por lo menos suéltame-La oí decir
-No escuché el por favor-Me encantaba hacerla rabiar, me había vuelto adicto con sólo unas horas de conocerla
-Por...favor...Ikuto,¿podrías...soltarme?-Sonó muy falsa, de seguro le costó mucho
-Hum... Me lopensaré... No-Dije divertido
-¡Ho, vamos! ¡Lo he pedido bien!
-Sí, pero yo no quiero soltarte. A no ser que prometas no irte corriendo
-Igual no sé en qué dirección ir...-Suspiró-Está bien, no me iré....
Solté a Amu con resignación. Ella se sentó bien y yo coloqué mi cabeza en su regazo.
-¿Qué haces ahora?
-¿No es obvio? Descansar-Dije cerrando los ojos

Noté cómo, al rato, ella acariciaba mi cabello suavemente y también sentí las cosquillas en mi oreja, cosa que me hizo abrir los ojos asustándola.
-No toques mis partes más eróticas, Amu
-¿Qué?
-Mis orejas son mis partes más sensibles... Al igual que tú, ¿cierto?
Pude ver cómo ella se sonrojó violentamente de repente. Nunca me cansaré de verla así, aunque ahora me ha entrado curiosidad… Quiero ver todas las caras de Amu-hime… MI Amu-hime…

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