Cap 2: Puede
Me desperté por la mañana
y otra vez estaba en mí cama, ¿no estaba haciendo yo el primer turno de noche?
¿A quién le tocaba después? A Luffy… ¿Él me trajo aquí? Un momento… ¿Y los
gritos? ¿A dónde se fue la extraña tripulación de la que formo parte? Me
levanté y me cambié de ropa, me peiné un poco y salí del camarote. Usopp estaba
añadiendo un columpio en la cubierta justo bajo el mástil, Chopper lo ayudaba
encantado, Zorro entrenaba sin camisa frente a Robin quien leía otro libro y le
dedicaba varias miradas mientras seguía cogiendo el muñecajo de ayer. Busqué
por todas partes, Sanji estaría en la cocina, pero no era a él a quien buscaba.
Bajé las escaleras y me fui a la cabeza del Alma de Merry. Y allí estaba. Un
pensativo capitán mirando al mar mientras jugaba con su sombrero de paja. El
viento provocó que el sombrero volara y cayera a mis pies, me agaché a cogerlo
y levanté la mirada topándome con sus ojos, volviendo a perderme en esos
hermosos ojos. Me sonrió sin moverse de su sitio y yo me acerqué dándole su
sombrero.
-¿Me llevaste tú a mi
camarote?-Le pregunté rompiendo el silencio
-Sí-Cogió el sombrero y se
lo puso- Subí al mástil a la hora que me tocaba y te vi allí dormida. No quería
despertarte y te cargué para llevarte a tu camarote-Sonrió-Pesas menos de lo
que pareces
-Gracias, supongo-Me
sonrojé mirando hacia otro lado.
-¿Cómo pasaste la noche?
-Bien, ¿y tú vigilancia?
-Aburrida, sólo había mar,
estrellas y la luna. No había nada interesante. Lo único interesante en toda la
guardia fue cuando te encontré-Me sonrió nuevamente- De verdad, no te esperaba.
Creía que te habrías ido ya.
-Es que estaba cansada.
-Lo presentí.
Y otra vez ese silencio se
volvió a crear a nuestro alrededor. No era incómodo, pero era extraño. Él
sonreía como siempre y yo intentaba ocultar mi sonrojo desviando la mirada.
Entonces, unos gritos rompieron el silencio llamando nuestra atención.
-¡No Robin! ¿¡Por
qué!?-Lloriqueaba Sanji
-¡Uju! ¡Muy bien hecho
Zorro!-Aplaudía Usopp
-¡No lo animes!-Le gritó
Sanji aún llorando
-Creo que esto no es apto
para mí-Se sonrojó Chopper mirando al columpio que habían terminado.
Miré hacia donde ellos
miraban y me encontré a Zorro, caído sobre Robin, apoyándose en el barandal
para no caerse y a Robin agarrada al torso desnudo del espadachín. Los dos
tenían los labios unidos y se miraban con los ojos abiertos de par en par.
Cuando se separaron estaban muy sonrojados y tosían en un vano intento por
ocultar la tensión entre los dos. Robin, cogió su libro y se fue a la parte
trasera del barco mientras que Zorro se subía al mástil para no oír los gritos
de los demás. Sonreí, Robin lo había conseguido, miré a Luffy quien sonreía
travieso mostrando los dientes mirando al sonrojado espadachín.
-Am… Voy ha hablar con
Robin-Me dirigí a las escaleras
-Nami-Me giré a verle- Hoy
estás muy linda-Sonrió para mí
Me sonrojé ante eso y,
después de balbucear cosas sin sentido sólo pude decir:
-Gracias…
Desaparecí de allí lo más
rápido que pude para llegar con Robin. Ella estaba apoyada en el barandal mirando
la mar, aún sonrojada y suspirando todo el tiempo. Me acerqué a ella y me
coloqué a su lado.
-¿Puedo preguntar qué ha
pasado ahí fuera?-Le dediqué una sonrisa pícara
-Nada, Zorro resbaló y dio
la casualidad de que yo estaba ahí-Se sonrojó más.
-Ya, claro, casualidad.
Las casualidades no existen, sólo lo inevitable-Adopté el aura que solía tener
ella.
-No intentes imitarme,
navegante-Me sonrió perdiendo el sonrojo por completo- Aunque debo reconocer
que me gustó, aunque fuera un simple roce.
-Ja, ja. Le has provocado
un paro cardíaco a Sanji-Reí a carcajadas siendo seguida por Robin.
Noté que Luffy estaba allí
viéndonos y cuando le miré se acercó a nosotras.
-Hola chicas, Sanji me
envía para deciros que el desayuno está listo.
-Ya vamos, capitán-Sonrió
Robin volviendo a ser ella.
Yo simplemente reí un poco
ganándome una mirada curiosa de Robin.
-¿Estás segura de ir?
¿Recuerdas el paro cardíaco?
Robin rió conmigo ante la
mirada confusa de Luffy.
-Creo que se le pasará con
el tiempo.
Entonces Luffy entendió.
-Hey Robin, ¿para cuando
la boda?-Sonrió pícaro
-Anda, el que parecía
retrasado con el temita-Bromeé
-Pregúntale a Zorro, o a
ti mismo-Nos miró alternativamente antes de dedicarle una mirada indescifrable
para Luffy- A ver cuándo te decides a dar el primer paso, mi capitán.
-“¿Mi capitán? ¿Desde
cuándo es suyo? Espera, es normal que la tripulación diga <a sus órdenes mi
capitán>, ¿en qué estoy pensando?-Pensé
-He Nami, ¿no vienes a
desayunar? Anoche no cenaste
Me encontré con que Luffy
era el único, aparte de mí, que permanecía ahí.
-¿He? Sí, tengo hambre-Me
apresuré en dejarlo atrás.
Desayunamos
tranquilamente, sin gritos de estar hambriento de Luffy lo cual era sospechoso,
aunque los gritos reclamando la comida robada por parte de Usopp, Chopper y
Zorro seguían en el aire. Terminamos de desayunar y ayudé a Sanji a lavar los
platos, le había prometido ayudarle ese día.
-Dime Nami…-Dijo
pensativo-¿A ti te gusta el capitán?
-¿He? ¿Qué?-Desperté de
mis pensamientos.
-Digo, porque últimamente cuando
te miro estás observando a Luffy o hablando con él-Siguió lavando un plato
antes de pasármelo.
-No sé de qué me
hablas-Cogí el plato y empecé a secarlo
-Está bien… Hablemos de
otra cosa-Siguió lavando otro plato- ¿Viste el beso de Robin y Zorro?
-Sí, fue por un accidente.
-Ya, pero no veo que
ninguno se negara o se gritaran
-Sabes cómo es Robin y
Zorro… creo que fue su primer beso y por eso no dijo nada-Reía divertida.
-¡No bromees con eso!-Dijo
llorando escandalosamente
-Bueno, yo ya he
terminado, hasta luego-Dije quitándome el delantal y dejándolo por ahí para
luego salir de la cocina. Suspiré aliviada una vez fuera, no tenía ganas de que
Sanji me volviera a preguntar por Luffy. Caminé hacia las escaleras, pensaba ir
a mí habitación.
-Tampoco es que se note
mucho, ¿no? Vamos, en Robin casi me lo esperaba pues es muy observadora pero
¿Sanji? Vamos, habrá sido de chiripa. No creo que ese idiota se diera cuenta
de… ¿o quizás si?
-¿Hablas sola? Jo, que
raro…-Dijo Luffy, con gesto aburrido, apoyado contra el barandal.
Los brazos se le caían por
fuera y el resto del cuerpo lo dejaba caer hasta el suelo. Me sonrojé ante eso,
¡estaba pensando en voz alta!
-Am… no… yo
solo…-Balbuceé-“¿¡Hasta dónde he dicho!?”-Mi sonrojo aumentó ante la mirada
curiosa de Luffy- Hasta luego-Corría a mi habitación.
Sólo una vez que la puerta
se cerró, dejé escapar el aire, que no sabía que contenía, y me dejé caer al
suelo.
-Muy bien esquivado,
navegante…-Sonrió Robin apoyada en el escritorio
-¿Qué haces tú aquí?
-Hey, Nami-Dijo Luffy tras
la puerta
-Ahora no Luffy
-¡Pero yo quiero hablar
contigo ahora!
Abrí la puerta, sólo para
decirle:
-¡HE DICHO QUE AHORA NO!
Dicho esto le cerré la
puerta en las narices. Robin me miraba divertida
-Valla, creí que le
contentabas para que no se pusiera pesado
-Eso ya se ha acabado-Dije
molesta
Suspiré un par de veces
ante la mirada burlona de Robin y la miré con aire pícaro.
-¿Y tú y Zorro? ¿Qué tal?
-Bien… Zorro en el mástil entrenando
y yo aquí hablando contigo.
-¿Sabes qué necesitamos?
-¿Qué?
-Un día de compras para
relajarnos
-¿Está segura navegante?
¿Y el dinero acumulado hasta ahora?
-Cogeremos la parte de
Sanji-Dije con naturalidad y abrí la puerta para bajar- Mira la otra,
creyéndose que voy a gastar mí dinero.
Ante la mirada de Zorro
desde el mástil y la de Usopp en el ahora nuevo columpio bajamos del barco y
nos adentramos en la ciudad. Estaba muy concurrida a esa hora de la mañana.
Robin y yo nos probamos varios conjuntos, gafas de sol y varios sombreros. Nos
lo pasamos tan bien que cenamos allí las dos solas y varios hombres se nos
acercaban para cortejarnos. Al volver al Alma de Merry, yo llevaba una bolsa y
Robin otra, y las dos bebíamos un refresco mientras hablábamos de uno de los
hombres que se nos acercaron.
Me sorprendió que el barco
estuviera tan tranquilo, no era tan tarde, apenas comenzaba a ponerse el sol.
Zorro fingía dormir al pie de la escalera, el delicioso olor proveniente de la
cocina me confirmó que Sanji estaba allí preparando algo, Usopp jugaba a las
cartas junto con Chopper y un despreocupado Luffy. Nos miramos un momento y
sonreímos antes de decir;
-Ya hemos vuelto-Con total naturalidad
-Ya hemos vuelto-Con total naturalidad
-Nami, os habéis retrasado
mucho, ¿no?-Cuestionó Usopp sin dejar de jugar
-Había mucha gente y Robin
se distrajo con unos libros.
-¿Libros de ciencia,
Robin?-Preguntó la tierna voz de Chopper
-Sí, te he traído uno de
medicina, Chopper-Le mostró el libro
-Gracias, Robin, no tenías
porqué-Le echó una ojeada y lo dejó a su lado- Me servirá para mis ungüentos,
gracias
-¿A qué jugáis?-Me incliné
al lado de Luffy
-Al mentiroso…-Dijo
concentrado mientras dejaba dos cartas- Dos cuatro
-¡Mentira!-Dijo Usopp
dándoles la vuelta y comprobando que efectivamente era una pareja de cuatro
-¡Eres un desconfiado, no
te fijas de tu capitán!
-Sí, hombre, voy hacerle
caso al capitán que casi destroza el Alma de Merry para ir a la isla del cielo.
Y lo siguiente será que me tire por la borda
-Te has ofrecido
Usopp-Dijo serio señalando el mar
-¡NI LO SUEÑES!
Y así comenzó una pelea
que acabó en el aire minutos después. Subí a mi habitación, aún escuchado sus
gritos y dejé la bolsa al lado de la cama. Miré la cama y acto seguido me tiré
a ella.
No pude conciliar el
sueño, no pude dejar de pensar en él. ¿Cómo podía colmarme de toda su atención
y al instante ignorarme?
Decidí que hoy no dormiría
y salí del camarote. Todos estaban durmiendo dando al Alma de Merry un aire
espectral. Miré el mástil, hoy le tocaba a Robin hacer la primera guardia, la
arqueóloga se asomó y me vio, al instante una de sus manos aparecía frente a mí
con una manta cuidadosamente doblada.
Le agradecí con una
sonrisa antes de tomar la manta y bajar del barco. Las hamacas estaban vacías y
la fría brisa que me azotaba me obligó a ponerme la manta sobre los hombros. Me
senté en la hamaca más cercana y miré al barco, observando cómo Usopp subía
hacia el mástil y tomaba la posición de Robin como vigilante. La figura de
Robin apareció tras la luz encendida de la cocina y la mano de la misma me
sorprendió con una nota y una taza de chocolate caliente;
Aunque es verano, esta
noche hace frío. El capitán me ha dicho que te lo de.
Observé la taza caliente y
la tomé entre mis manos antes de que la mano de Robin se despidiera con un
movimiento y desapareciera.
¿Luffy me mandaba el
chocolate caliente? ¿Cuándo me había visto venir hasta aquí sin que yo le viera
a él?
Mientras pensaba en las
posibles respuestas tomé un trago del chocolate caliente y me quejé por haberme
quemado la lengua. Al alzar la vista podía ver la puerta de la cocina abrirse
nuevamente y a una figura, con un sombrero de paja, salir y dirigirse a la proa
donde se sentó en la cabeza, su sitio preferido.
Sonreí y me levanté
dirigiéndome nuevamente al barco. Me acerqué a Luffy, el cual miraba el mar
dándome la espalda. La suave brisa movía su cabello, pero su sombrero seguía en
su sitio. Me acerqué aún más, lo suficiente como para sentarme un poco alejada
de él.
-Las estrellas se ven
hermosas esta noche-Sonreí mirando al cielo
Noté cómo Luffy se
sorprendía y me miraba antes de sonreír y seguir mirando hacia el horizonte
-Sí
-¿Qué tal tú día, Luffy?
-Aburrido. Según Sanji,
cuando no estáis ninguna el barco se calma. Yo creo que es porque nos ha dado
hoy por la pereza. Aunque para Zorro no haya supuesto ningún cambio.
-Sí, Zorro se pasa el día
durmiendo y entrenando. Creo que duerme más que entrena.
-Pues cuando está Robin,
Zorro entrena a todas horas. Sólo duerme cuando ella no lo ve, aunque todos
acabamos topándonos con él y despertándolo-Dijo divertido-¿Y a dónde habéis ido
tú y Robin?
-Hemos hecho unas compras.
Yo he comprado más papel y más útiles de dibujo. Después de comer visitamos la
librería que Robin quería ver y luego nos pasamos el día de una tienda a otra
-Debéis estar muy
cansadas.
-No tanto, no puedo dormir
-¿Y eso?-Me miró con
atención
Miré hacia la playa,
ocultando mi sonrojo y un escalofrío recorrió mi espalda al soplar el viento,
lo cual hizo que me acurrucara más con la manta y tomara un nuevo trago de
chocolate caliente.
-Gracias por el chocolate.
-Te lo dio Robin, no fui
yo. ¿Por qué no puedes dormir?
-No es nada, es una
tontería
-Venga dímelo. No será una
tontería si te quita el sueño
Ya la había liado. Ahora
Luffy no pararía de preguntar hasta que se lo dijera. Debía inventarme algo.
-Es que… La semana que
viene es mi cumpleaños…-Dije instintivamente
-Es verdad, es justo el
día del solsticio de verano, ¿no? Eso me recuerda, Nami ¿qué quieres por tú
cumpleaños?
-¿No se supone que debes
elegir el regalo en secreto, Luffy?
-Le estuve preguntado
Sanji y a los demás posibles regalos, pero me dijeron que ninguno te gustaría.
Y como no sé qué regalarte te lo pregunto. ¿Qué quieres por tu
cumpleaños?-Sonrió
-Un… Un pastel de
mandarinas… Como los que hacía Belmer…-Sonreí al recordarla.
-Um… Es difícil…
-Olvídalo, me conformo con
pasarlo todos juntos-Sonreí abiertamente-Belmer es incomparable, no hay nadie
que pueda hacer su pastel de mandarina tal y como ella lo hacía-Temblé al notar
el viento frío que se despertaba y que la manta no me quitaba
Unos brazos fuertes me
abrazaron y el latido de un corazón desbocado palpitaba bajo el pecho que tenía
en la roja mejilla.
-Lu-Luffy…
-Tienes frío ¿no? Pues ya
está-Sentenció ocultando el rostro
Sonreí para mí misma antes
de abrazarle y permanecimos así un buen rato hasta que el sueño me venció en
sus brazos y sólo pude oír un;
-Lo conseguiré… cueste lo
que cueste, Nami…
Sólo una palabra cruzó mi
mente antes de dormir… Puede… Puede que realmente esté enamorada de éste loco
capitán.
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