jueves, 25 de julio de 2013

Cap. 1: Imposible.
El sonido de los pájaros al cantar me despertó. Aún no quería levantarme, me daba pereza así que me acurruqué en mí cama acomodándome para que la luz del sol no me diera en la cara. Entonces, como si el mundo no quisiera que durmiera un rato más, se escuchó los típicos gritos provenientes de la cubierta.
-¡Oye! ¡Sanji, tengo hambre!
-¡Pues come una manzana hasta que esté listo el desayuno!
-¡Yo quiero carne! ¡Un desayuno de verdad!
-¡Pues te esperas a que bajen Robin y Nami!
Se acabó. Me levanté de la cama y abrí la puerta provocando que chocara con la pared haciendo mucho ruido. Usopp y Chopper estaban en las escaleras y casi se caen del susto, Zorro estaba echando la siesta bajo el mástil y se despertó, Luffy y Sanji, los que gritaban, desviaron la vista para verme con el pijama; unos pantalones cortos y una camisa de tirantes.
-¿¡QUÉ OS HE DICHO DE GRITAR TAN TEMPRANO PANDA DE IDIOTAS!? ¡YA OS PODÉIS ESTAR CALLADITOS SI NO QUEREIS QUE HOY SEA VUESTRO ÚLTIMO DÍA DE VIDA!-Les grité realmente enfadada.
Volví a cerrar la puerta con un nuevo portazo, ya no podría dormir más por culpa de ellos. Me cambié, me puse unos pantalones de color celeste y una camiseta de mangas cortas con algo de escote, me lavé la cara y me peiné un poco. Salí otra vez haciendo más ruido con la puerta, bajé las escaleras molesta y me senté al lado de Robin que leía un libro mientras tomaba una taza de té.
-Buenos días navegante-Saludó con su característica serenidad mientras sonreía- veo que hoy también despiertas llena de energía.
-¿Qué dices, Robin? Hoy despierto como todos los días, con ganas de matarlos a todos.
-Si es en tus manos, mi querida Nami, no me importaría morir-Dijo Sanji dejando mi plato frente a mí- Buenos días, mi pelirroja ¿qué tal?
-Como no te alejes de mí te reviento la cabeza-Cogí el cuchillo antes que el tenedor de forma amenazante.
-Creo que iré a preparar el desayuno de los demás-Dijo temeroso.
-¡Por fin ya era hora! ¡Me muero de hambre!-Gritó Luffy en el oído de nuestro cocinero.
-¡Ya te oí la primera vez, idiota!-Le gritó en respuesta.
-De verdad, no sé cómo siguen con vida-Los miré furiosa mientras atacaba mí desayuno.
-Venga navegante, es por esa estupidez por la que siempre salen con vidas. Necesitas relajarte, ¿por qué no vas con el capitán a dar una vuelta? Flower Twon parece una ciudad agradable-Sonrió con complicidad.
-¿Qué? ¿Y porqué querría yo ir con ese a pasear?-Pregunté fingiendo molestia mientras ocultaba mi sonrojo.
-No sé, dímelo tú-Me respondió con la misma sonrisa.
Suspiré, me terminé el desayuno y me fui a mi cuarto. La paz no duró mucho pues alguien llamó a la puerta.
-¿¡Y ahora qué!?-Dije molesta a modo de pase
La puerta se abrió dejando ver un sombrero de paja tapando un rostro culpable.
-Oye, Nami, ¿te has molestado con nosotros?-Dijo con un deje de culpa.
-¿Qué?-Me sorprendí, Luffy en verdad es un niño- No, lo que pasa es que siempre me sacáis de quicio con la forma que tenéis de despertarme.
-¿Qué forma?-Se sentó en el suelo frente a mí.
-Ya sabes, los típicos gritos “Sanji, tengo hambre” o “Pues te esperas a que bajen Nami y Robin”-Dije dándole la espalda volviendo a mis dibujos- Y justo hoy que quería descansar un poco.
-Es verdad, siempre estás con tus dibujos, ¿por qué no te bajas al pueblo y das un paseo para relajarte?
-¿He? Pues porque acabaríais matándoos unos a otros si no estoy aquí para calmaros.
-¿Y eso por qué?
-Pues porque todos se molestan o enfadan cuando haces o dices alguna idiotez.
-Entonces, ¿las peleas y que te enfades son culpa mía?-Dijo con el mismo tono culpable de antes.
Me giré en la silla y vi como, nuevamente, ocultaba el rostro bajo el sombrero.
-Claro que no, es porque todos tenéis muy mal temperamento y os enfadáis por nada.
-¿Y si voy contigo a dar una vuelta estarías más tranquila?-Levantó la cara con la inocencia escrita en sus ojos.
-Yo… Am… Su…Supongo que sí… Pero, de todas formas necesito hacer mapas-Me giré continuando con mi tarea
-Entonces necesitarás ver la isla. ¿Por qué no vamos? Haces tus mapas y estás tranquila de que no nos peleemos-Volvió a decir inocente.
-Luffy, no estoy de humor para dar un paseo-Suspiré, ese capitán conseguía ponerme nerviosa cuando quería.
-Pero yo quiero dar una vuelta contigo-Declaró como si fuera un niño.
Suspiré, no tenía escapatoria.
-Está bien, ¿si doy un paseo contigo te quedarás contento?-Le miré resignada
-¡Sí! Venga, Nami, vamos-Me cogió la mano, mientras que con la otra cogía mis útiles de dibujo.
Me arrastró fuera del camarote y, ante las miradas de Robin y Zorro, me llevó fuera del barco. Estuvimos dando vueltas de un sitio a otro, con cada cosa Luffy se asombraba y me hacía reír, parecía un niño pequeño aprendiendo cosas. Las miradas asombradas y sorprendidas de Luffy hacían que apenas me creyera que tenía mí misma edad y que, en contadas ocasiones, había logrado mantenerse serio y maduro si la situación lo requería. Entonces llegamos aun campo lleno de flores y decidimos descansar allí. Luffy había cogido unas frutas de un árbol cercano y estaba tumbado a mí lado mientras se comía un plátano, yo estaba sentada mientras dibujaba y echaba rápidas miradas al paisaje y veía de reojo a mi capitán quien parecía haberse quedado dormido con el sombrero tapándole la cara. Yo sonreía mientras hacía un nuevo dibujo aprovechando que él se había quedado dormido.
-Oye Nami-Me sorprendí ante la llamada de Luffy
-Dime Luffy-Lo miré llena de curiosidad
-¿Qué es una chica linda?
-¿Qué? ¿A qué te refieres con eso?
-Pues que cuando tú te fuiste a tú cuarto, Sanji dijo que no tenía modales delante de una chica hermosa y entonces, cuando se fue a la cocina, Robin me dijo que una chica hermosa es una chica que es linda ante mis ojos…-Se quitó el sombrero de la cara y me miró con la inocencia y la curiosidad que sólo él podía mostrar- Pero no la entendí. ¿Qué es una chica linda?
-Pues… digamos que es una chica… A ver… cómo te lo explico…-Susurraba más para mí que para él- Pues… Sabes lo que es una chica ¿no?
-Sí, eso sí que lo sé
-Supongo que, siguiendo la explicación de Robin, debe ser la chica que te gusta. Quiero decir, que pese a que pueda parecer enfadadiza o no sea muy guapa, para ti sea lo más importante… Creo yo, ya sabes soy una chica y no me fijo en las demás-Sonreí sin saber porqué- ¿Responde eso a tú pregunta?
-Mejor que Robin, sí-Volvió a mirar al cielo sin ponerse el sombrero
Yo seguí dibujando un rato más. Notaba cómo mi sonrisa aumentaba mientras mí dibujo tomaba la forma deseada.
-Oye Nami, ¿qué dibujas?-Se interesó Luffy.
-¿He? Nada, el paisaje-Escondí el dibujo y lo cambié por el inicial del paisaje
-Pues parecía otra cosa más que flores. Anda déjame verlo-Dijo adoptando otra vez esa voz infantil- Anda, déjame verlo, por fa, venga.
-Está bien, ¿lo ves?-Le enseñé el dibujo del paisaje.
-¡Éste no! ¡Si quisiera ver flores miraría el campo! Quiero ver lo que dibujabas que te hacía sonreír.
-¿Qué? Yo no sonreía
-Claro que sí, anda déjame ver tu dibujo-Me arrebató el cuaderno y, alejándose de mí lo abrió por el último dibujo que hacía-Anda, pero si te ha quedado muy bien. Hasta estamos todos aquí.
Me acerqué a él que se había parado a observar el dibujo, le arrebaté el cuaderno y me dirigí por el camino que habíamos tomado para llegar. Luffy me seguía de cerca.
-Oye Nami, no te enfades, si te ha quedado muy bien. Estamos todos sonriendo como piratas, me gusta.
No le hice caso, estaba sonrojada porque lo había visto, la buena noticia era que no se había fijado muy bien en el dibujo. Llegamos al barco y, como cuando nos fuimos, Robin nos miró interesada hasta que cerré la puerta de mi camarote en la cara de Luffy.
-Pero, ¿qué le pasa?-Escuché su voz al otro lado de la puerta.
Suspiré, me di una ducha para relajarme y me cambié rápidamente. Me senté en la cama mientras me secaba el pelo y escuché unos golpes en la puerta.
-Pase
-Hola, navegante, ¿qué tal tu paseo?-Cerró la puerta detrás de ella.
-Pues muy nervioso. Y que conste que salí a pasear con él para que me dejara tranquila.
-¿Alguien te ha reprochado algo?-Sonrió victoriosa- Luffy no para de preguntar a todos, explicándoles lo ocurrido, la razón de tu enfado-Rió divertida- El cocinero lo está estrangulando en la playa por eso.
-Ahora entiendo la tranquilidad del barco-Suspiré- No me he enfadado, sólo me puse nerviosa y me fui.
-Entiendo-Se sentó en la silla de mi escritorio- ¿Y por qué se enfadaría la navegante por que vean su dibujo?
-No es porque vean mi dibujo, es porque ha visto <ese> dibujo en concreto y casi me da un ataque-Me tumbé en la cama exhausta- Lo bueno es que no se ha fijado lo suficiente para examinar el dibujo.
-¿Puedo verlo?-Cogió el cuaderno de mi escritorio
-Claro, a ti sí que te lo puedo enseñar abiertamente
Robin abrió el cuaderno y buscó el dibujo, antes había varios bocetos de todos ellos y, cuando llegó al último, entendió mi nerviosismo. Es verdad que estábamos todos; Usopp y Chopper apoyados en el mástil, Sanji sonriendo al lado de Zorro, éste desenvainando sus espadas amenazadoramente, Robin con sus brazos a su alrededor sonriendo con naturalidad, y frente a todos ellos él y yo… Luffy, abrazándome por la cintura, dejando ver su rostro sonriente en mi hombro y yo, sonrojada con mis manos en las suyas, sonriendo. Los dos nos mirábamos cómplices.
-Ya veo el problema-Rió- Es un buen dibujo, me gustaría que me dedicaras uno.
-Claro, cuando quieras.
-Bueno, será mejor que vallas a la playa para calmarlos a todos un poco-Se levantó
-Bueno, pero sólo voy a tomar el sol a tu lado-Miré mis útiles de dibujo-Puede que empiece el dibujo hoy-Sonreí a Robin.
Las dos bajamos del barco y nos dirigimos hacia unas hamacas que habíamos colocado el día anterior. Robin se tumbó en una y yo me senté en la de al lado apoyando el cuaderno en mí pierna para dibujarla bien. Sanji dejó de estrangular a Luffy para traernos unos refrescos, el capitán se fue a tramar algo con Usopp y Chopper. Al cabo de un rato los tres estaban acorralando a Sanji antes de recibir sus patadas giratorias.
-Oye Robin, ¿dónde está Zorro?
-Entrenando en el mástil, le sujeto a su oponente-Dijo con naturalidad leyendo un libro
Miré hacia el mástil y allí estaba Zorro, como había dicho ella, peleando con un muñecajo bastante dañado sujeto por los brazos de Robin. Seguí con mi dibujo oyendo las voces de esos cuatro figuras peleando.
-¿¡QUEREIS CALLAROS DE UNA MALDITA VEZ!?-Grité hastiada logrando que se callaran- Al fin algo de paz.
-Pero, empezó Sanji estrangulándome-Reprochó Luffy.
-¡Empezaste tú saliendo a pasear sólo con mi Nami!-Gritó éste
-Qué poco dura aquí la tranquilidad-Suspiré.
-Déjalos, estaban esperando con ganas el verano-Sonrió Robin mirando hacia el mástil y no hacia los gritones
-Oye Robin, ¿qué piensas de Zorro?
-¿He?-Noté un rápido sonrojo que desapareció al instante- Es un gran espadachín y es de gran utilidad para sacarnos de líos, su defecto es que duerme mucho.
-Sí, puede ser… Robin… ¿a ti te gusta Zorro?-Me aventuré a decir
-Puede ser…-Contestó sonriente volviendo al libro
La miré por un momento y volví a mi dibujo. El sol ya empezaba a dar señales de desaparecer cuando me desperté en la hamaca. El dibujo había sido arrancado y una nota me daba las gracias con la firma de Robin. Suspiré, me levanté un poco y vi a Luffy sentado en la hamaca de enfrente cruzado de piernas y mirando al mar.
-¿Luffy? ¿Qué haces aquí?
-Ha Nami, te has despertado-Me miró.
No tenía puesto el sombrero dejando ver su pelo revuelto dándole un aire rebelde y algo maduro, su sombrero descansaba a su lado esperando pacientemente a su dueño.
-¿Has dormido bien?-Me despertó de mi ensoñación sonriendo
-¿He? Sí, gracias-Desvié la mirada a mi cuaderno que había cerrado-¿Lo… has visto otra vez?-Me sonrojé un poco.
-Sí, es que me gusta el dibujo-Se giró completamente siguiendo en la misma posición-¿Me lo puedo quedar?
-Pero, Luffy, ¿de verdad te has fijado bien?-Seguía sonrojada
-Sí-Cogió el cuaderno y lo abrió nuevamente para mostrármelo y señalarnos a los dos-Me gusta por esto, en concreto.
-Po… ¿Por eso?-Me sorprendí
-Sí, parecemos muy felices-Me miró inocente
Sonreí, cogí el cuaderno y arranqué la hoja antes de tendérsela
-Para ti-Amplié mi sonrisa
-Pero yo quiero como le hiciste a Robin que le pusiste tu nombre con un corazón y todo-Hizo un mohín
Me sonrojé ante eso, no le iba a dibujar un corazón. Puse mi nombre en una esquina para que no arruinara el dibujo y se lo tendí mirando hacia otro lado fingiendo molestia.
-Y no pienso dibujar ningún corazón así que conténtate con esto.
-… Gracias-Lo cogió y lo miró interesado, seguí su mirada y vi que seguía mirándonos en el dibujo- De verdad que me gusta mucho.
-Bueno, me voy antes de que Sanji empiece a llamarme a gritos-Me levanté y me apresuré a llegar al barco
Luffy no me siguió, seguía sentado en la hamaca contemplando el dibujo. Yo me apoyé en el barandal del barco mirándolo sonriente.
-Parece que al final se lo has dado-Oí una voz que se colocaba a mí lado- Ése es un buen comienzo.
-¿De qué hablas? Se estaba poniendo muy pesado, eso es todo-Respondí con naturalidad
-¿No crees que últimamente le contentas para que no se ponga pesado?-Me sonrió cómplice
-No… No es como si me gustara su sonrisa cuando consigue lo que quiere-Giré el rostro sonrojada
-¡Robin, pelirroja mía, la cena está servida!-Nos llamó Sanji desde la playa
-¿Desde cuándo esta ahí?
-El capitán le pidió una barbacoa para hoy-Dijo dirigiéndose fuera del barco- ¿Vienes navegante?
-Más tarde, dile a Sanji que me guarde un poco de carne.
-Eso está hecho. Por cierto-Se detuvo
-¿Qué?
-Creo que el capitán se preocupará si no vas a cenar
-Dile simplemente que no tenía hambre, ya cenaré más tarde.
-De acuerdo, le diré eso. ¿Sabes? Creo que te gusta el capitán
-¿Co…? ¿Cómo crees eso?-Me sonrojé
-Bueno, iré a cenar-Se fue riendo para sí misma.
Suspiré y subí al mástil, me tocaba la primera guardia de vigilancia y ya estaba oscureciendo. Me senté en la manta que había ahí para el vigilante de turno y miré las estrellas. Luffy no me gusta, es imposible. La verdad es que la forma arrepentida en la que vino ésta mañana me conmovió y la mirada sonriente de él cuando desperté fue agradable… Pero no me gusta, imposible. ¿Yo enamorada de él? Simplemente eso, imposible. Me levanté para ver hacia donde estaban ellos y sonreí al ver a Luffy huyendo de Zorro, Usopp y Chopper con trozos de carne en la boca. Los tres lo pillaron, después de darle un puñetazo Zorro se fue dejando a Usopp y Chopper llorando reprochándole al capitán que esa era su comida. Miré a Robin quien veía cómo Zorro se sentaba a su lado y cogía otro trozo de carne, bromeaba con él y reía ante el nerviosismo del espadachín. Sanji comía gritando un poco de seriedad. Volvía a dirigir mi mirada a Luffy quien me miraba sonriente, Usopp y Chopper se habían ido. Le devolví la sonrisa y lo saludé con la mano y él me guiñó el ojo. Yo me sonrojé y desvié la mirada al mar.

-Definitivamente es imposible que me guste alguien como él-Intentaba que mi sonrojo desapareciera

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