domingo, 21 de julio de 2013

Cap 3:

-Venga Jeremy, vente con nosotros a la piscina así te despejarás de estar tanto tiempo frente al ordenador.
-Aelita ya te he dicho que tengo que trabajar-Siguió tecleando dándole la espalda
-Ése es el problema Jeremy; siempre estás trabajando.
-¿Por qué no te vas ya con Odd?-Dijo molesto- Seguro que él sí te entiende y te trata mejor que éste ermitaño. ¡Si trabajar en mí futuro me convierte en ermitaño, maldita sea, lo soy! ¿Por qué no sales con el vago de Odd? A ti te van más los vagos.
-Jeremy pues claro que valoro que te trabajes un futuro, pero ¿qué pasa con tu presente? Si todo lo que hacemos cuenta para nuestro futuro te aseguro que nadie se acercara a ti porque eres un solitario. Anda, ven y te despejas un poco las ideas.
En el patio, mientras ésta conversación se llevaba a cabo:
-Oye, ¿no creéis que Aelita está tardando más de la cuenta?-Preguntó Yumi con un refresco en la mano.
-Sí, para preguntarle a Jeremy si quiere venir con nosotros lo que más tiempo le va a ocupar es llegar hasta su habitación.
-¿Por qué no vas a ver qué le pasa, Odd?
-¿Yo? ¿Por qué yo?
-Porque yo tengo que esperar a Hiroki, que me tiene que dar algo, y Ulrich me hace compañía.
-Está bien, ya voy yo…
Odd se levantó del banco y, a espaldas de él, Ulrich y Yumi chocaron las manos en señal de victoria. Cuando el rubio llegó frente al cuarto de Jeremy, apenas se acercó a tocar la puerta porque una voz, un grito, un llanto, lo detuvo.
-¿Sabes qué Jeremy? Probablemente le pida a él que salga conmigo ya que parece la única persona aquí a la que le importo algo.
-Pues mira qué bien, corre a él y olvídame.
-Te quedarás sin amigos por tanto trabajo.
-Mira que bien, así podré trabajar tranquilo.
-¿Sabes una cosa Jeremy?-Se le resquebrajaba la voz- Por esto mismo nunca acabé saliendo contigo seriamente. ¡Eres un ermitaño estúpido que sólo se preocupa de su trabajo! Si alguna vez creí que estaba enamorada de ti, supongo que debió ser por tu fingido interés en mí ya que parece que sólo me examinabas ya que provenía de un mundo virtual.
-Y premio para la señorita Stons a la perspicacia-Dijo sarcástico- Después de un año te das cuenta.
-¡Te odio Jeremy Belpois! ¡Me da igual si te mueres! ¡Ya no me preocuparé más por ti! ¡Te odio y no quiero volver a verte!-Abrió la puerta y la cerró de un portazo.
No lo había visto hasta que chocó contra él. Lo miró, Odd estaba sorprendido Aelita empezaba a tener lágrimas recorriendo sus mejillas, él la llevó a su habitación. Aelita no
decía nada, miraba al suelo dejándose guiar por Odd que la sujetaba de la cintura y la empujaba levemente, sus lágrimas caían en silencio y a Odd se le rompía el corazón al verla sufrir. Cuando llegaron, sin decir ni una palabra, Aelita se sentó en la cama, Odd la observó mientras ella estallaba en llanto abrazando una almohada. Se le encogió el pecho al verla sufriendo de aquella manera, se levantó y se sentó a su lado abrazándola tiernamente.
-Mira, no sé lo que ha pasado ahí dentro…-Le levantó la cara- Pero me da la sensación de que no iremos a la piscina, ¿no?-Sonrió levemente para comprobar que ella aceptaba la broma.
-Odd tú eres el único que siempre está ahí para cuidarme…
-No es verdad, los demás también están. Yumi es como tu hermana mayor, Ulrich ese primo que ves continuamente con el que te llevas mejor que nadie.
-¿Y tú qué serías?-Sonrió aún con las lágrimas cayendo
-El mejor amigo que lo deja todo para ayudarte cuando lo necesites, princesa-Sonrió dulcemente mientras le quitaba las lágrimas en una caricia tierna.
-Pues me gusta. Que siempre estés ahí para mí… Gracias. Incluso en Lyoko te desvirtualizabas por mí.
-Sí, dejándote sola en Lyoko, menudo héroe.
-Eres mí héroe Odd-Sonrió abrazándolo- Supongo que te preguntarás qué ha pasado-Volvió a entristecerse amenazando con llorar.
-Mira, como vuelvas a dejar caer una lágrima más por su culpa te aseguro que voy a por él y ni su madre lo va a reconocer cuando acabe.
Aelita rió, eso era lo que le gustaba de Odd, no que la hiciera reír en general, que la animara siempre y que supiera lo que tenía que decir y cuándo.
Por otra parte, Yumi y Ulrich se desesperaban bajo la sombra del árbol esperándolos, el calor iba en aumento y tenían ganas de ir a la piscina para refrescarse. Entonces Yumi bufó molesta y cogió el móvil.
-Mira, le voy a mandar un mensaje a Aelita para decirle que me voy a la piscina-Tecleó en el móvil, cogió la mochila y se adelantó un poco antes de girarse a ver a Ulrich- Me muero de calor y la piscina no estará abierta eternamente para esperarnos a nosotros. ¿Qué harás? ¿Te vienes?
-Claro-Cogió su mochila y la acompañó.
Los dos se fueron hablando de cualquier cosa sin importancia, riendo y bromeando. Yumi pensó que eso sería lo más parecido a una cita con él que tendría en mucho tiempo y Ulrich… simplemente disfrutaría de ese día con su mejor amiga… Porque sólo eran eso, mejores amigos al fin y al cabo, ¿no? Llegaron a la piscina y cuando se reunieron con sus respectivos bañadores Yumi se tiró de cabeza al agua saliendo después de unos segundos y mirándolo con una agradable sonrisa en el rostro.
-Vamos ven, el agua está estupenda-Lo animó.
-Pues allá voy-Se lanzó al agua salpicándola.
Entre risas, bromas y ahogadillas se acercaron tanto que cuando se dieron cuenta estaban a milímetros de la cara del otro. Se sonrojaron e intentaron ocultarlo al otro sin darse cuenta de que estaban en las mismas circunstancias.

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