Cap
3:
-Venga Jeremy, vente con
nosotros a la piscina así te despejarás de estar tanto tiempo frente al
ordenador.
-Aelita ya te he dicho que
tengo que trabajar-Siguió tecleando dándole la espalda
-Ése es el problema
Jeremy; siempre estás trabajando.
-¿Por qué no te vas ya con
Odd?-Dijo molesto- Seguro que él sí te entiende y te trata mejor que éste
ermitaño. ¡Si trabajar en mí futuro me convierte en ermitaño, maldita sea, lo
soy! ¿Por qué no sales con el vago de Odd? A ti te van más los vagos.
-Jeremy pues claro que
valoro que te trabajes un futuro, pero ¿qué pasa con tu presente? Si todo lo
que hacemos cuenta para nuestro futuro te aseguro que nadie se acercara a ti
porque eres un solitario. Anda, ven y te despejas un poco las ideas.
En el patio, mientras ésta
conversación se llevaba a cabo:
-Oye, ¿no creéis que
Aelita está tardando más de la cuenta?-Preguntó Yumi con un refresco en la
mano.
-Sí, para preguntarle a
Jeremy si quiere venir con nosotros lo que más tiempo le va a ocupar es llegar
hasta su habitación.
-¿Por qué no vas a ver qué
le pasa, Odd?
-¿Yo? ¿Por qué yo?
-Porque yo tengo que
esperar a Hiroki, que me tiene que dar algo, y Ulrich me hace compañía.
-Está bien, ya voy yo…
Odd se levantó del banco
y, a espaldas de él, Ulrich y Yumi chocaron las manos en señal de victoria.
Cuando el rubio llegó frente al cuarto de Jeremy, apenas se acercó a tocar la
puerta porque una voz, un grito, un llanto, lo detuvo.
-¿Sabes qué Jeremy?
Probablemente le pida a él que salga conmigo ya que parece la única persona
aquí a la que le importo algo.
-Pues mira qué bien, corre
a él y olvídame.
-Te quedarás sin amigos
por tanto trabajo.
-Mira que bien, así podré
trabajar tranquilo.
-¿Sabes una cosa
Jeremy?-Se le resquebrajaba la voz- Por esto mismo nunca acabé saliendo contigo
seriamente. ¡Eres un ermitaño estúpido que sólo se preocupa de su trabajo! Si
alguna vez creí que estaba enamorada de ti, supongo que debió ser por tu
fingido interés en mí ya que parece que sólo me examinabas ya que provenía de
un mundo virtual.
-Y premio para la señorita
Stons a la perspicacia-Dijo sarcástico- Después de un año te das cuenta.
-¡Te odio Jeremy Belpois!
¡Me da igual si te mueres! ¡Ya no me preocuparé más por ti! ¡Te odio y no
quiero volver a verte!-Abrió la puerta y la cerró de un portazo.
No lo había visto hasta
que chocó contra él. Lo miró, Odd estaba sorprendido Aelita empezaba a tener
lágrimas recorriendo sus mejillas, él la llevó a su habitación. Aelita no
decía nada, miraba al
suelo dejándose guiar por Odd que la sujetaba de la cintura y la empujaba
levemente, sus lágrimas caían en silencio y a Odd se le rompía el corazón al
verla sufrir. Cuando llegaron, sin decir ni una palabra, Aelita se sentó en la
cama, Odd la observó mientras ella estallaba en llanto abrazando una almohada.
Se le encogió el pecho al verla sufriendo de aquella manera, se levantó y se
sentó a su lado abrazándola tiernamente.
-Mira, no sé lo que ha
pasado ahí dentro…-Le levantó la cara- Pero me da la sensación de que no iremos
a la piscina, ¿no?-Sonrió levemente para comprobar que ella aceptaba la broma.
-Odd tú eres el único que
siempre está ahí para cuidarme…
-No es verdad, los demás
también están. Yumi es como tu hermana mayor, Ulrich ese primo que ves
continuamente con el que te llevas mejor que nadie.
-¿Y tú qué serías?-Sonrió
aún con las lágrimas cayendo
-El mejor amigo que lo
deja todo para ayudarte cuando lo necesites, princesa-Sonrió dulcemente
mientras le quitaba las lágrimas en una caricia tierna.
-Pues me gusta. Que
siempre estés ahí para mí… Gracias. Incluso en Lyoko te desvirtualizabas por
mí.
-Sí, dejándote sola en
Lyoko, menudo héroe.
-Eres mí héroe Odd-Sonrió
abrazándolo- Supongo que te preguntarás qué ha pasado-Volvió a entristecerse
amenazando con llorar.
-Mira, como vuelvas a
dejar caer una lágrima más por su culpa te aseguro que voy a por él y ni su
madre lo va a reconocer cuando acabe.
Aelita rió, eso era lo que
le gustaba de Odd, no que la hiciera reír en general, que la animara siempre y
que supiera lo que tenía que decir y cuándo.
Por otra parte, Yumi y
Ulrich se desesperaban bajo la sombra del árbol esperándolos, el calor iba en
aumento y tenían ganas de ir a la piscina para refrescarse. Entonces Yumi bufó
molesta y cogió el móvil.
-Mira, le voy a mandar un
mensaje a Aelita para decirle que me voy a la piscina-Tecleó en el móvil, cogió
la mochila y se adelantó un poco antes de girarse a ver a Ulrich- Me muero de
calor y la piscina no estará abierta eternamente para esperarnos a nosotros.
¿Qué harás? ¿Te vienes?
-Claro-Cogió su mochila y
la acompañó.
Los dos se fueron hablando
de cualquier cosa sin importancia, riendo y bromeando. Yumi pensó que eso sería
lo más parecido a una cita con él que tendría en mucho tiempo y Ulrich…
simplemente disfrutaría de ese día con su mejor amiga… Porque sólo eran eso,
mejores amigos al fin y al cabo, ¿no? Llegaron a la piscina y cuando se
reunieron con sus respectivos bañadores Yumi se tiró de cabeza al agua saliendo
después de unos segundos y mirándolo con una agradable sonrisa en el rostro.
-Vamos ven, el agua está
estupenda-Lo animó.
-Pues allá voy-Se lanzó al
agua salpicándola.
Entre risas, bromas y ahogadillas se acercaron
tanto que cuando se dieron cuenta estaban a milímetros de la cara del otro. Se
sonrojaron e intentaron ocultarlo al otro sin darse cuenta de que estaban en
las mismas circunstancias.
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